Aunque entrenes de forma regular, seguramente alguna vez hayas sentido el dolor muscular producido después de un entrenamiento. Ese tipo de dolor es conocido como agujetas.
Las agujetas aparecen cuando el músculo sufre desgarros minúsculos. Estos desgarros ayudan a reconstruir la fibra del músculo haciéndolo cada vez más fuerte. Así que las agujetas no son una excusa para no hacer ejercicio el siguiente día. Incluso es muy recomendable realizar una rutina de estiramientos adecuada para minimizar las consecuencias de un entrenamiento intenso.
¿QUÉ HACER SI TIENES AGUJETAS?
– No te mediques antes de un entrenamiento, así podrás entender cómo reacciona el cuerpo a los estímulos producidos por el entrenamiento. En el caso de medicarse, podrías forzar más de lo que debes al cuerpo e incluso enmascarar una lesión hasta que sea demasiado tarde.
-Evalúa el dolor, tener agujetas no es nada malo. Pero si terminas de un entrenamiento y sientes como si estuvieras dolorido, seguir presionándote no es lo mejor que puedes hacer.
-Tanto el cardio como los estiramientos calman los músculos y ayudan a que estos se recuperen más rápido.
-Toma proteína. Los músculos están constituidos por proteínas, por lo que si ingieres de estas después de realizar un entrenamiento vas a ayudar a al músculo a sanarse más rápido y a construir más músculo.
-Alterna los entrenamientos. En caso de tener agujetas en una parte del cuerpo, puedes ejercitar otra zona. Es una buena manera de optimizar el tiempo: mientras la parte dolorida descansa, trabajas otra parte del cuerpo sin dejar de entrenar.
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