El BULO:
Casi todas las rutinas que estan prediseñadas y entrenadores que no tienen ganas de hacer esfuerzos suelen poner cardio antes de la sesión de musculación para calentar, cosa que no deberia de ser así.
–> Estudio:
Fatiga muscular previa
El cardio, especialmente si es moderado o intenso (como correr, bicicleta, HIIT), fatiga los músculos antes de trabajar con pesas, lo que reduce:
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Tu capacidad de levantar cargas pesadas
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La calidad de cada repetición
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Tu enfoque en la técnica
Esto significa menos estímulo para el músculo, que es lo que realmente provoca crecimiento.
Disminuye la fuerza y el rendimiento
Estudios muestran que hacer cardio antes de entrenar con pesas:
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Reduce la fuerza máxima disponible (menos kilos en la barra)
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Aumenta la percepción de esfuerzo (te cansas antes)
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Afecta la conexión mente-músculo, esencial en hipertrofia
Resultado: menos repeticiones, menos intensidad, menos crecimiento.
Interferencia en las señales anabólicas
El cardio prolongado (sobre todo si es aeróbico) puede activar rutas metabólicas (como AMPK, proteína quinasa activada por AMP) que compiten con las señales celulares de crecimiento muscular (mTOR, la activación de sintesis muscular).
Es como si el cuerpo se confundiera: “¿quemamos energía o construimos músculo?”
Al final, prioriza la eficiencia energética y frena el crecimiento muscular.
Consumo de glucógeno
El cardio gasta tus reservas de glucógeno muscular, que son la principal fuente de energía para levantar peso.
Menos glucógeno = menos rendimiento, menos volumen de entrenamiento, menos hipertrofia.
–> Conclusión:
Si tu objetivo es ganar masa muscular, hacer cardio antes del entrenamiento de fuerza no es la mejor estrategia. Puede reducir tu rendimiento, agotar tus reservas de energía y activar vías metabólicas que interfieren con el crecimiento muscular. Lo ideal es reservar el cardio para después del entrenamiento o en días separados, y usar solo un calentamiento ligero antes de levantar pesas.