El entrenamiento de fuerza aporta multitud de ventajas a los corredores que lo incorporan a su planning habitual. Las más apreciables son las relacionadas con la prevención de lesiones y la mejora del rendimiento.
MEJORA DEL RENDIMIENTO
Albert Cabezas, preparador físico y entrenador personal, afirma que “hay una relación directa entre las capacidades condicionantes de la fuerza y la resistencia», lo que supone que la introducción de un entrenamiento de fuerza específico a nuestra rutina de corredor, nos proporcionará una mejora de nuestra resistencia y velocidad, y, por tanto, una mejora de nuestro rendimiento.
Esta mejora de nuestro rendimiento se debe a varios factores como el reclutamiento de unidades motoras, la mejora de la rigidez musculotendinosa, la coordinación intra/intermuscular y otros factores morfológicos.
PREVENCIÓN DE LESIONES
Por otra parte, si hablamos de running, cabe destacar que es un deporte con un alto riesgo de lesión (del 20% al 80%), sobre todo en noveles. Esto, en gran parte, se debe a la reducción de fuerza en grupos musculares implicados en la carrera.
Por ejemplo, la reducción de fuerza muscular en cuádriceps e isquiosurales, se asocia a un incremento en la incidencia de síndrome de dolor anterior de rodilla y tendinopatía rotuliana. Además, la reducción de fuerza en los abductores de la cadera también ha sido relacionada con el síndrome de la cintilla iliotibial, así como con el síndrome de dolor anterior de rodilla.
Teniendo en cuenta esto, el entrenamiento de fuerza deberá estar implementado en tu rutina si quieres prevenir este tipo de problemas, que, sin duda, afectarán a tu rendimiento y constancia.
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