El running es uno de los deportes más practicados en el mundo, especialmente a nivel amateur. Ponerte ropa cómoda y salir a correr a la calle es, seguramente, la forma más sencilla de incluir ejercicio físico en el día a día. Y aunque hay gente que simplemente quiere hacer algo de deporte, hay muchas personas que van un poco más allá y se marcan objetivos como mejorar su resistencia, aumentar su velocidad o superar una carrera.
En ese sentido, es habitual entre los corredores principiantes o amateur cometer el error de pensar que el running es más sencillo de lo que realmente es. Para mejorar constantemente se deben tener en cuenta aspectos como la técnica de carrera, el calentamiento o el entrenamiento de fuerza.

La importancia de entrenar fuerza
Existe la falsa creencia entre los ‘runners’ de que entrenar fuerza es negativo para mejorar el rendimiento en el running. Se podría pensar que al ganar músculo y peso es más complicado acelerar y correr rápido, pero la realidad es que es imposible progresar y mejorar la carrera sin entrenar la fuerza corporal.
La explicación más sencilla para entender la importancia de la fuerza en el running es que los músculos deben estar sanos y fuertes para tener una buena movilidad. Pero no es solo eso: tener fuerza ayuda a mejorar el impulso en cada pisada y a tener más estabilidad y equilibrio. Si se intenta mejorar la rutina de running sin entrenar fuerza, llegará un momento en el que los músculos serán demasiado débiles para correr más rápido o más distancia. Además, tener un cuerpo fuerte reduce las probabilidades de sufrir lesiones musculares que son frecuentes entre los corredores.
Combinar fuerza y running
Para mantener un buen estado físico la mejor opción es combinar el entrenamiento de fuerza y el de cardio, pues ambos se retroalimentan y aportan beneficios al cuerpo conjuntamente. Eso sí, a la hora de combinarlos es recomendable no realizar dos sesiones seguidas del mismo tipo ni sobrecargar la misma zona muscular. Es decir, si un día sales a correr, es buena idea entrenar el tren superior al día siguiente para que los músculos de las piernas puedan descansar.