–> Si eres principiante y te inicias en el gimnasio desde cero, el consejo inicial es asegurarte de la calidad y confianza del centro deportivo donde vas a inscribirte, de unas instalaciones apropiadas y por supuesto, que tenga un material de primer nivel que haga nuestros entrenamiento efectivos y nos ayude a prevenir lesiones de la forma correcta.
También, que esté acorde a tus facilidades y cercanía, el que queda cerca de casa, del trabajo o el que está de camino.
–> Hay que tener claros cuáles son tus objetivos físicos: bajar de peso, tal vez, aumentar tu masa muscular, o puede que tu objetivo sea comenzar por tonificar o ponerte en forma de manera general.
También hay que fijar los días, horas y duración en los que vas a asistir; esto te hará seguir una obligación en la que no perder la constancia.
–> Tu primera rutina de entrenamiento tendrá que ser sencilla, para no cansarte la primera semana y hacerlo de forma gradual. Es aconsejable que realices tan solo un ejercicio para cada músculo, trabajando los mismos de forma ascendente y progresiva, priorizando los grandes sobre los pequeños: pectorales, dorsales, hombros, bíceps, tríceps, cuádriceps, bíceps femoral y gemelos.
–> También es recomendable que cuando estés ejecutando un ejercicio, el foco de todo tu esfuerzo esté en el músculo que estás trabajando y no incluir el esfuerzo con otros grupos musculares, ya que al principio puedes sufrir sobrecargas al entrenarlos por partida doble de manera involuntaria.
–> Si empiezas de cero en el gimnasio o hace mucho tiempo que no entrenas, es importante evitar las lesiones. Hay que evitar un exceso de ejercicio físico y seguir una mejora progresiva, hidrátate, bebe mucha agua y evita las sobrecargas musculares calentando antes y después de realizar tu entrenamiento.
–> Confía en ti, tener confianza para hacer los ejercicios por primera vez y ser constante es uno de los factores principales para cumplir tus metas.