El metabolismo basal hace referencia al número de calorías que gastamos en funciones fisiológicas como respirar, comer, dormir. Es decir, son los requerimientos energéticos del cuerpo para realizar funciones básicas (continua renovación de estructuras corporales, circulación sanguínea, respiración, etc.) en reposo. Dado que durante el día estamos en movimiento, a esta cantidad hay que hacerle algunos cambios en función del estilo de vida y otras variables como la actividad física.
Para calcularlo tenemos como referencia la siguiente fórmula:
- Mujeres: [655 + (9,6 × peso en kg) ] + [ (1,8 × altura en cm) – (4,7 × edad)] × Factor actividad.
- Hombres: [66 + (13,7 × peso en kg) ] + [ (5 × altura en cm) – (6,8 × edad)] × Factor actividad.
Debemos añadir también el ‘factor actividad’, lo sumaremos según el nivel de actividad que tengamos, tener en cuenta:
- 1,2 para personas sedentarias
- 1,375 para personas con poca actividad física (ejercicio de 1 a 3 veces por semana).
- 1,55 para individuos que realizan actividad moderada (ejercicio de 3 a 5 veces por semana).
- 1,725 para personas que hacen actividad intensa (ejercicio de 6 a 7 veces por semana).
- 1,9 para atletas profesionales (entrenamientos de más de 4 horas diarias).
Aunque esta fórmula es algo compleja, hay otras más sencillas que también darán un resultado aproximado para los adultos:
- Hombres: multiplicar el peso en kg por 25.
- Mujeres: multiplicar el peso en kg por 23.
Todo esto es algo aproximado, es muy importante seguir siempre las recomendaciones de los profesionales para saber qué necesita cada persona según su estado de salud.