«Si tienes agujetas, es que estás haciendo bien el ejercicio»
Esta afirmación suele decirse a menudo y a la ligera. Pero no es correcta, estamos ante una mala interpretación o una interpretación excesivamente literal.
Es prácticamente inevitable que en los inicios de temporada se tengan agujetas. Tras un periodo de deshabituación importante como pueden ser las vacaciones, y tanto en deportistas profesionales como en aficionados con buen nivel, al empezar la temporada los músculos suelen tener molestias.
“Pero un buen entrenamiento con un buen preparador físico o un buen entrenador deben minimizar al máximo las agujetas porque siempre que tienes agujetas no puedes rendir ni puedes entrenar al máximo de tu capacidad”
¿Cómo prevenirlas?
Tomando ciertas precauciones, resulta sencillo prevenir la aparición de las agujetas:
- Lo más importante es realizar un buen calentamiento y estirar el músculo antes y después de realizar el ejercicio.
- Asimismo, resulta esencial un aumento progresivo de la intensidad del entrenamiento para ir poco a poco adaptando las fibras musculares al esfuerzo.
¿Cómo superarlas?
- Estira. Aunque suene obvio, los estiramientos son súper importantes para evitar que las agujetas te hagan la vida imposible. Es normal sentir un poco de malestar después de hacer ejercicio pero si haces estiramientos durante 10-15 minutos, las agujetas no serán tan intensas.
- Agua fría. Después de practicar ejercicio, dúchate los últimos 30-50 segundos con agua fría o hazte baños con hielo (crioterapia).
- Tomar antiinflamatorios. Está comprobado que tomar estos medicamentos antes del ejercicio no evitará que tengas agujetas así que es mejor, si lo necesitas, tómalos después de entrenar.
- Fisioterapia. Los tratamientos de fisioterapia como los masajes manuales, los vendajes neuromusculares o la electroestimulación (programa TENS, masaje,…) ayudan a mejorar el dolor de las agujetas.
- Recupera el mismo día. Si has entrenado muy fuerte por la mañana, por la tarde (o al día siguiente) haz una actividad cardiovascular muy suave que te ayude a recuperarte.
- Bebe agua. Este consejo sirve para (casi) todo y es que hidratarte justo después de terminar la actividad y nutrirte bien favorece la recuperación muscular y lograrás que tus agujetas sean un poco menos dolorosas. Y si te cuesta beber agua, toma nota de estos consejos que te ayudarán a hidratarte sin esfuerzo.