Cuando hablamos de fibras rápidas o lentas, nos referimos a la velocidad de contracción que nuestros músculos son capaces de alcanzar dependiendo del tipo de fibras que tengamos. Cada individuo posee un porcentaje más alto o más bajo de un tipo de fibras que de otras. Por ejemplo, un corredor de 100 metros tendrá un porcentaje más alto de fibras rápidas que un corredor de 10.000 metros. En nuestro cuerpo existen cuatro tipos de fibras que se clasifican en:
- Fibras Tipo 1 o lentas
- Fibras Tipo 2a o intermedias
- Fibras Tipo 2b o rápidas
- Fibras Tipo 2x: Estas equivalen a <3% del total de fibras musculares del vasto lateral
Las fibras de tipo 1 se caracterizan por ser de contracción lenta, además tienden a fatigarse menos y a generar un consumo de grasas en vez de carbohidratos. Mientras que las fibras tipo 2 se caracterizan por tener una contracción más rápida a la vez que fatigarse más rápido, por otro lado suelen generar un consumo más alto de carbohidratos que de grasas. Asimismo, las fibras de tipo 2 se subdividen en fibras intermedias (2a) y fibras rápidas (2b, 2x). Siendo las últimas las de menor porcentaje en el cuerpo humano. En términos de entrenamiento y en referencia a las fibras de tipo 2a o intermedias, dependiendo de las demandas físicas a las que estemos sometidos, éstas se amoldarán a los estímulos específicos de nuestro entrenamiento. Por ejemplo, si observamos a dos individuos con la misma genética (gemelos) y los sometemos a diferentes tipos de entrenamiento (individuo X: mayormente sedentario; individuo Y: corredor de maratón) durante un periodo extenso de tiempo, podremos ver como las fibras musculares del individuo X estarán mayormente equilibradas, observando un porcentaje similar de los dos tipos. Sin embargo, en el individuo Y podremos observar como el porcentaje de sus fibras tipo 1 será mayor que las fibras de tipo 2.
También debemos tener en cuenta que nuestro rendimiento físico viene determinado por multitud de cualidades y aspectos físicos, tales como la fuerza, la velocidad, la biomecánica de nuestro cuerpo, nuestras conexiones neurológicas, etc. Por eso, decir que un tipo de entrenamiento es más efectivo que otro, viene determinado por las cualidades fisiológicas, la genética, la dieta o el estilo de vida, entre otros, del individuo al que entrenemos.
Bibliografía
https://g-se.com/fibra-muscular-bp-J57cfb26dbc0d7