Las habas son unas legumbres de color verde fruto de una planta herbácea anual, la Vicia Faba, que es cultivada desde hace milenios por los seres humanos y que también alimenta a animales. La Vicia faba es la planta de la que obtenemos estas legumbres llamadas habas, las cuales pertenecen a la familia de las Fabaceae o Leguminosas.
El origen de esta legumbre se remonta al Neolítico, hace más de 6.000 años. Es oriunda de la cuenca del Mediterráneo y de Asia Central. Las habas verdes eran, y son, una planta de gran importancia, ya que tanto los seres humanos como los animales pueden alimentarse de ella. Es un vegetal que permite fijar el suelo entre cultivos, que este se recupere y fijan el nitrógeno en la tierra.

Aparte de cocinadas, las habas se pueden consumir crudas cuando están verdes y a medio hacer. Son un manjar que ofrece infinidad de posibilidades en la cocina y además estamos ante un alimento aliado de nuestro peso, ya que contiene pocas calorías y un alto valor biológico.
Las habas son un alimento muy recomendable para las personas que practican deporte y quieren conseguir un buen desarrollo muscular, ya que contienen altas dosis de proteínas vegetales que nos ayudarán a mantener nuestros músculos en perfectas condiciones. Es un alimento libre de grasa y con alto contenido en fibra, por lo que es ideal para las personas que quieren mantener su peso de la mejor forma posible. Al ser un vegetal, el organismo asimila fácilmente las proteínas que nos aportan, lo que las confiere una importancia aún mayor.
«Su alto contenido en proteínas y minerales ayudan al desarrollo y mantenimiento óseo, la contracción muscular y el impulso nervioso»
La nutricionista Glòria Tamayo afirma que las habas son una buena fuente de vitaminas del grupo B, de gran importancia para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, especialmente tiamina (vitamina B1) y folatos (vitamina B9). Contienen gran cantidad de manganeso, minerales con acción antioxidante, que ayudar a la cicatrización de las heridas y a la absorción de algunas vitaminas. 100g de habas nos aportan el 80% de nuestras necesidades diarias de manganeso. Fósforo, magnesio y cobre están presentes en forma significativa, aportando, por 100g de producto, más del 40% de nuestras necesidades diarias de cada uno de ellos. Estos tres minerales son de gran importancia para el desarrollo y mantenimiento óseo, la contracción muscular y el impulso nervioso.
Para finalizar reseñar que en los tiempos actuales que vivimos las habas son aptas para todo tipo de deportistas e ideologías alimentarias lo que las convierte en un alimento estrella. Únicamente mencionar a un colectivo que por desgracia no pueden beneficiarse de este superalimento y son aquellos que padezcan el denominado «síndrome del favismo», que hace referencia a la hemólisis aguda que se desarrolla tras la ingestión de habas o el polen de estas en aquellas personas que lo padecen. Los síntomas se desarrollan horas después de la ingestión, siendo comunes las náuseas, vómitos, malestar y vértigo. A estos síntomas le sigue una hemólisis. El favismo en el área mediterránea se debe a una variante de la glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G6PDH)1.
