Mejora la salud cardiovascular: Los intervalos de alta intensidad desafían el sistema cardiovascular de manera significativa, lo que conduce a mejoras en la capacidad pulmonar y la eficiencia del corazón. Estudios han demostrado que el HIIT puede ayudar a reducir los factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial alta y el colesterol, y mejorar la salud del corazón en general.

Aumenta la resistencia: Al alternar entre períodos de trabajo intenso y recuperación activa, el HIIT ayuda a mejorar la resistencia muscular y cardiovascular. Con el tiempo, esto puede traducirse en una mayor capacidad para realizar actividades físicas de alta intensidad durante períodos más prolongados sin fatigarse.

Fomenta la pérdida de grasa: Además de quemar calorías durante el entrenamiento, el HIIT ha demostrado ser efectivo para aumentar la pérdida de grasa corporal, especialmente la grasa abdominal. Esta modalidad de ejercicio estimula la producción de hormonas que favorecen la oxidación de grasas y el metabolismo de las mismas, lo que puede ayudar a reducir la grasa corporal en general.

Preserva la masa muscular: A diferencia de algunas formas de ejercicio cardiovascular que pueden provocar la pérdida de masa muscular, el HIIT tiende a preservar la masa muscular magra mientras se quema grasa. Esto se debe en parte al estímulo que proporciona al sistema muscular, así como a su capacidad para promover la producción de hormonas anabólicas que favorecen el crecimiento muscular.

¿POR QUE PRACTICAR HIIT?

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