La contracción concéntrica es en la cual se vence una resistencia que se opone al músculo. En ésta los puntos de inserción del músculo se aproximan, se juntan las unidades contráctiles y aparece un acortamiento muscular. Todo esto produce una hinchazón del músculo, efecto que puede observarse con facilidad. Un ejemplo claro de contracción concéntrica es cuando se dobla el brazo para llevar algo a la boca y el efecto que se observa es la hinchazón del bíceps.
En una contracción excéntrica ocurre justo lo contrario que en la concéntrica. Es el movimiento que el músculo realiza para volver a su situación inicial de reposo. Es la segunda fase del movimiento. Un ejemplo de esta contracción sería cuando se ha llevado algo a la boca (mediante la contracción concéntrica) y se baja el brazo para que éste vuelva a su situación inicial. En este movimiento los puntos de inserción se alejan, se produce un alargamiento muscular, así, al final de esta contracción el músculo se encuentra en la situación inicial en la que no está realizando ningún trabajo.

No se puede decir que un entrenamiento con movimientos concéntricos sea poco productivo, es el entrenamiento más popular y con él se obtienen beneficios como la hipertrofia, resistencia, mejora de la coordinación, tonificación, mejora de la salud, etc., pero diferentes estudios revelan que en un entrenamiento solo con movimientos y ejercicios concéntricos es necesario realizar el doble de repeticiones para conseguir el mismo resultado que con un entrenamiento que combina ejercicios con movimientos concéntricos y movimientos excéntricos.


