En el mundo del acondicionamiento físico, muchas veces se habla de constancia, disciplina o progresión. Pero hay un hábito simple que suele pasar desapercibido y que marca una gran diferencia: apuntar todo lo que hagamos durante nuestro entrenamiento, bien sea en una libreta, en una app o en el blog de notas de tú móvil, registrar lo que haces cada día puede mejorar tu rendimiento, tu organización e incluso tu motivación.
1. ¿Por qué deberías empezar a apuntarlo todo?
Apuntar tus entrenamientos no es solo para culturistas o deportistas de élite. Es para cualquiera que quiera mejorar. Anotar qué hiciste, cómo te sentiste, cuántas repeticiones lograste realizar en cierto ejercicio o si dormiste mal puede ayudarte a:
1. Ver tu progreso real.
2. Identificar patrones (días fuertes, semanas flojas, dolores repetidos).
3. Evitar errores y lesiones por sobreentrenamiento.
4. Ajustar la planificación de forma más eficaz.
5. Observar si nos hemos estancado en nuestro entrenamiento
2. ¿Qué puedes apuntar y cómo hacerlo fácil?
No hace falta escribir un diario muy largo cada día, es suficiente con los siguientes datos clave:
- Fecha
- Tipo de entrenamiento (Torso, empuje, jalón, pierna…) dependerá de tu división semanal del entrenamiento
- Ejercicios realizados (series, repeticiones, cargas)
- Sensaciones (energía, fatiga, molestias)
- Detalles extra (alimentación, sueño, estrés)Puedes usar una libreta física, una hoja de cálculo o incluso el blog de notas del móvil. Lo importante es la constancia, no la perfección.
3. Beneficios que vas a notar pronto
En pocas semanas, si eres constante, notarás:
- Mayor motivación: Ver que por ejemplo hace un mes hacías 20 flexiones y ahora 30 te anima a seguir.
- Menos dudas: Sabes lo que te tocó, lo que hiciste, y qué ajustar.
- Más conciencia corporal: Aprendes cómo responde tu cuerpo en diferentes situaciones.
- Mejor comunicación con entrenadores o profesores: Puedes mostrar tu evolución, tus sensaciones, tus dudas con datos reales.