Los alimentos que cuidan y mejoran la visión son básicos para mantener una buena salud visual y retrasar el envejecimiento de las estructuras oculares, principalmente en personas con antecedentes de patologías.

Pero una alimentación equilibrada debe contener estos y otros alimentos básicos, además de reducir el consumo de otros. La clave de una dieta y estilo de vida saludables es la variedad, la moderación y el ejercicio físico. Porque no existe un alimento que contenga todos los nutrientes esenciales para nuestro organismo. Para gozar de buena salud, nuestro organismo necesita de todos ellos en cantidad adecuada.

Ahora se consumen más alimentos hipercalóricos, más grasas saturadas… además, hay muchas personas que no comen suficientes frutas, verduras…

Según el estudio de resultados y calidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía en su edición de 2012, cerca del 80% de los andaluces reconoce que en su dieta sólo incluyen 3 piezas de frutas o verduras a la semana y no las 3 o 5 diarias que se necesitan.

La composición exacta de una alimentación saludable, equilibrada y variada depende de las necesidades de cada persona, los alimentos disponibles localmente y los hábitos alimentarios. No obstante, los principios básicos de la alimentación saludable son siempre los mismos.

Consejos del OMS, al menos:

  • Comer frutas y verduras (3 o 5 porciones) de frutas y hortalizas al día, además de legumbres, frutos secos y cereales integrales
  • Limitar el consumo de azúcares.
  • Limitar el consumo de grasa al 30% de la ingesta calórica diaria. Las grasas no saturadas son preferibles a las grasas saturadas. Las grasas industriales de tipo trans no forman parte de una dieta sana.
  • Limitar el consumo de sal a menos de 5 gramos al día y consumir sal yodada.

Además todos deberíamos seguir unas pautas alimenticias saludables:

  • Comenzar el día tomando un desayuno equilibrado.
  • Realizar de 4-5 comidas al día.
  • Beber al menos 1,5 o 2 litros de agua al día.
  • Consumir 3 o 5 veces a la semana legumbres, aves y pescados.
  • Reducir la ingesta de carnes rojas o ricas en grasas.
  • Controlar el consumo de alimentos fritos, rebozados o precocinados.
  • Evite tomar bebidas dulces (con azúcar, glucosa, sacarosa, fructosa, etc.).
  • La ingesta de alcohol no es recomendable.
  • Tomar platos pequeños pero variados.
  • Comer sentado, despacio y masticando bien los alimentos.
RECOMENDACIONES PARA UNA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA

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