
EL PLACER Y LA IMPORTANCIA DE: COMER
La alimentación es la forma en la que llenamos nuestro cuerpo de “combustible” para funcionar en el día a día. Idealmente esta alimentación debería aportarnos los nutrientes para mantener un buen estado físico y psíquico. Sin embargo, vivimos en una sociedad apresurada y desconectada, en la que las tentaciones culinarias poco saludables son muchas.
Por desgracia, hoy en día hay gente que, con el objetivo de perder peso rápidamente, deja de comer. Sin embargo, ya deberíamos saber que esto es muy peligroso, y además, no nos ayudará a lograr el objetivo.
El organismo se nutre de la glucosa que obtiene de los alimentos que consumimos diariamente, la cual le aporta la energía necesaria para que realice sus funciones.
Cuando dejamos pasar un periodo de 6 horas sin consumir alimento, entra un proceso metabólico de energía alternativa llamado «cetosis», en donde, a falta de carbohidratos (glucosa), es la grasa corporal la que, al descomponerse, genera «cuerpos cetónicos» como fuente de energía.
Cuando el tiempo de inanición alcanza las 72 horas seguidas, el cerebro empieza a resentir la falta de glucosa, y el organismo comienza a utilizar la masa muscular para obtener energía, haciendo que ésta se pierda. Y no solo se pierde músculo, sino también vitaminas y minerales y el sistema inmunológico disminuye, haciendo al cuerpo más propenso a sufrir infecciones.
Si eres deportista, debes asegurarte dosis proporcionadas de distintos tipos de alimentos, para que, en tu dieta, no falte de nada:
- Alimentos formadores de tejidos (predominan las proteínas). Ejemplos: leche y sus derivados (productos lácteos), pescados, carnes y huevos.
- Alimentos mixtos (energéticos). Aportan calorías y regulan el metabolismo. Ejemplos: hidratos de carbono (patata, frutas, panes…) y fibras (legumbres, semillas y frutos secos).
- Alimentos reguladores, con predominio de vitaminas y minerales. Ejemplos: verduras, hortalizas y frutas.
- Alimentos energéticos. Predominan los lípidos y grasas. Ejemplos: cereales (pasta, pan, maíz…), azúcares, aceites y mantecas.
Recuerda: si consumes poca variedad de alimentos o solo pertenecientes a uno de los grupos, podrías padecer las consecuencias de un déficit nutricional y llegar a poner en serio riesgo tu salud.
Ingerir alimentos con mucha frecuencia, incluso cada 3 horas, es la recomendación ideal para una persona que practica deporte. De este modo se mantienen los niveles de glucosa en sangre, se dispone de la energía necesaria y se evita la sensación de hambre que puede producir fatiga o cansancio.
Realizando unas 5 o 6 comidas diarias aportamos energía a nuestros músculos. Es recomendable que la ingesta sea de cantidades pequeñas para que las digestiones no sean pesadas y facilitar así que se pueda practicar deporte.
Si sigues esa rutina alimentaria no aparecerá la sensación de hambre. El cuerpo es una máquina y cuando se queda sin energía no rinde igual. El evitar que aparezca la sensación de hambre es importante, porque así el cuerpo nota que tenemos energía constante y es menos propenso a almacenar.
El porcentaje de energía que nos debe proporcionar cada comida es el siguiente: desayuno (25%), tentempié (10%), almuerzo (35%), merienda (10%) y cena (20%)
Y si ves que alguien de tu círculo entrena y come como un Tiranosaurio 🦖 , NO TE ASUSTES, esa persona se va a poner mamadisima!!!!!
Y RECUERDA:
No te prives de comer, come con ganas y cabeza. Si un día te apetece chocolate, comételo. No hace falta privarse constantemente del placer de comer. Simplemente, se consecuente y entrena duro al día siguiente!
