Debido a que muchos niños y adolescentes obesos se convierten en adultos obesos, el rápido aumento reciente en la obesidad juvenil plantea un importante problema de salud pública, y la actividad física es la piedra angular de un enfoque multidisciplinar para la prevención y el tratamiento de la obesidad juvenil. Dar recomendaciones de ejercicio a los jóvenes obesos es crucial para reducir los comportamientos sedentarios como ver la televisión, pudiendo obtener beneficios a largo plazo (Bar-Or, 2000).
A medida que aumentan las tasas de obesidad, el ejercicio de los profesionales se enfrenta con el desafío de mejorar los niveles de aptitud para las personas con sobrepeso de manera segura. Ejercicio en el agua ofrece la intensidad, variedad y seguridad el uso con esta población. Ell ejercicio acuático ofrece una opción terapéutica para promover la calidad de vida de las personas que viven con la obesidad.
El ejercicio acuático, debido a la flotabilidad y las propiedades térmicas de agua, puede ser especialmente adecuado como un método de ejercicio para las personas obesas. Además, se pueden realizar actividades como nadar, montar en bicicleta y baile aeróbico en el interior de una piscina (Sheldahl, 1982).
Es recomendable que los programas de actividad física para sujetos obesos se lleven a cabo en el medio acuático, no por la mayor reducción de grasa con respecto al medio terrestre, pues no existen diferencias significativas en el cambio de composición corporal tras entrenamientos aeróbicos realizados en el medio acuático y en el medio terrestre para una misma intensidad, duración y frecuencia, sino por los beneficios que el agua aporta a la hora de realizar cualquier tipo de actividad. No por ello queremos decir que la actividad a llevar a cabo sea la natación, pues ésta requiere la realización de movimientos coordinados y amplios que pueden resultar complicados para los sujetos de estudio, sino que proponemos actividades acuáticas alternativas que involucren todo el cuerpo tales como: danza aeróbica, gimnasia, entrenamiento de resistencia o circuito.
Destacar la importancia de la disminución del efecto gravitacional en el medio acuático con respecto al terrestre y la presencia de la fuerza de flotación, produce una serie de beneficios para la realización de actividad física, como son: la liberación del peso corporal, distensión de la masa muscular y la reducción del impacto articular, los cuales cobran relevancia en sujetos con sobrepeso, pues sus articulaciones no están preparadas para soportar la elevada carga que supone para ellos su propio peso corporal, siendo importante que las articulaciones no sufran los efectos de la gravedad. Además el medio acuático facilita la capacidad de movimiento, tanto articular como muscular, en determinados segmentos, aunque en las primeras etapas se puede producir desorientación y sensación de inseguridad en el medio.
SESIÓN A REALIZAR
La sesión será un circuito que consta de un total de 9 ejercicios, bastará con 20 minutos de entrenamiento para activar todos los grupos musculares y quemar un alto porcentaje de calorías al sumar los beneficios de la alta intensidad a la resistencia extra del agua.
La duración de cada ejercicio será de 45 segundos dejando un descanso de 15 segundos para cambiar de estación y que nos de tiempo a colocarnos. Haremos un total de 2 vueltas al circuito.
Dato: todos los ejercicios los he probado con anterioridad (tanto yo misma como con personas con obesidad y/o sobrepeso) y la muchos de ellos son invenciones propias, por lo que no son sacados de internet.
Recordatorio: antes de entrar en la piscina debemos ducharnos para que nuestro cuerpo comience a coger temperatura, es recomendable beber agua cada 20 minutos para hidratarnos, cosa muchas personas pasan por alto cuando hacen actividades acuáticas.
MIRIAM NAVARRETE MALDONADO