Buenas tardes a tod@s he leido estos días atrás un trabajo de la nutricionista Rocío Práxedes, y he extraido algo de información interesante para compartirla con ustedes.
1. Evitar déficit de Vitamina D
Sin duda es la vitamina que más nos ha preocupado, ya que el confinamiento ha imposibilitado la exposición al sol, que es la principal manera de sintetizarse. Para contrarrestar esta carencia, nuestra nutricionista nos recomienda:
- Aumentar la ingesta de alimentos con esta vitamina, por ejemplo, pescados azules, huevos…
- Salir a pasear, al balcón o a la ventana para conseguir una mayor exposición solar.
- ¿Es necesario suplementación de vitamina D? Es aconsejable siempre realizar una analítica que permite valorar si es necesario.

2. Aporte suficiente de Omega 3
Es importante vigilar el aporte de determinadas grasas porque favorecen la prevención de algunas enfermedades. Este es el caso del Omega 3, un ácido graso esencial, que está presente en semillas de lino, nueces, pescados azules y aceite de oliva.
Entre sus beneficios están:
- Prevenir patologías cardiovasculares
- Favorecer desarrollo cognitivo durante la infancia
- Efectos en las mucosas y en la piel
- Beneficioso para embarazadas.
Lamentablemente, es habitual encontrar un escaso aporte de Omega 3 en las dietas, y esto provoca que, a menudo, sea necesario incluir un suplemento que en cualquier caso deberá ser pautado por un especialista.

3. Agua, imprescindible
En la dieta mediterránea también se recoge la importancia de mantenernos hidratados.
«Es curioso, al cambiar de rutina, a veces, perdemos el reflejo de beber aguae hidratarnos de manera continuada a lo largo del día, y solo lo hacemos cuando sentimos sed».
Pero, ¡ojo! Porque esto es un indicio de que hemos comenzado a deshidratarnos.